¿Cómo saber si mi gato está sufriendo?

Los gatos son expertos en ocultar el dolor. A diferencia de los perros, rara vez muestran signos evidentes cuando algo no va bien. Por eso, como tutores, es esencial aprender a leer las señales sutiles que indican que algo les duele o que no se sienten bien.

En Tessana, sabemos que el comportamiento de un gato es un lenguaje. Por eso, nuestro enfoque integral observa más allá de lo físico. Aquí te explicamos cómo identificar si tu gato está sufriendo y cuándo debes actuar.

4 síntomas de que tu gato está sufriendo de dolor

Aunque cada gato es único, existen comportamientos comunes que pueden alertarte de que algo no está bien:

1. Cambios en el comportamiento

Un gato que solía ser sociable puede volverse arisco, esconderse o evitar el contacto. También puede estar más irritable o vocalizar de forma distinta. Cualquier cambio repentino es una señal de alarma.

2. Alteraciones en el apetito o en la rutina

Dejar de comer, beber menos agua, usar mal el arenero o dormir más de lo habitual son indicios de malestar. El dolor muchas veces afecta su apetito y sus hábitos de descanso.

3. Posturas o movimientos anormales

Un gato con dolor puede caminar rígido, encorvar la espalda, cojear o evitar saltar. También es común que se laman de forma obsesiva en una zona específica, como señal de molestia.

4. Cambios en la expresión facial o corporal

Orejas hacia atrás, mirada apagada, pupilas dilatadas o respiración acelerada pueden ser indicadores sutiles de que está sufriendo.

¿Por qué es tan difícil detectar el dolor en los gatos?

El gato, por naturaleza, tiende a ocultar sus síntomas. Este comportamiento tiene un origen evolutivo: en estado salvaje, mostrar debilidad podía convertirlo en presa fácil. Hoy, este instinto sigue presente, lo que dificulta detectar el dolor hasta que está avanzado.

Por eso es fundamental no esperar a que los signos sean graves.

En Tessana observamos más allá del síntoma

Desde nuestra visión holística, entendemos que el dolor en los gatos puede estar relacionado no solo con un problema físico, sino también con su entorno, su alimentación e incluso con las emociones de su familia humana.

✨ Evaluamos a tu gato de forma integral.
✨ Usamos terapias suaves como craneosacral, flores de Bach o ajustes nutricionales.
✨ Diseñamos planes personalizados que respetan su naturaleza y sensibilidad.

💚 Si sientes que tu gato no es el mismo, no esperes más. Agenda una primera consulta gratuita y descubre cómo podemos ayudarte a aliviar su malestar desde un enfoque respetuoso y completo.

Preguntas frecuentes

Observa cambios de comportamiento, alteraciones en el apetito, posturas corporales inusuales o expresiones faciales apagadas. Son señales de que algo puede estar mal.

No. Si antes era sociable y ahora evita el contacto o pasa más tiempo escondido, puede ser un signo de dolor físico o emocional.

Sí. Dejar de comer o beber, comer con dificultad o hacerlo con desgana puede ser una señal de malestar que requiere atención veterinaria.

Lo mejor es acudir a una consulta. En Tessana realizamos evaluaciones integrales que pueden detectar desequilibrios físicos, emocionales o energéticos de forma temprana.

Sí. Técnicas como la terapia craneosacral, flores de Bach o ajustes dietéticos son muy efectivas, especialmente en gatos sensibles o con estrés.

En Tessana no tratamos solo el síntoma. Observamos al gato como un ser completo, integrando medicina veterinaria y terapias naturales para abordar su bienestar físico, emocional y energético.